Las tragedias como la ocurrida en un centro de detención de migrantes en Ciudad Juárez, revelan lo mejor o lo peor del ser humano, criba dolorosa que permite descubrir de qué están hechos, de qué son capaces y cuáles son los niveles de sociopatía de la actual casta gobernante, de las oposiciones e incluso de la sociedad.
No es difícil calificar como cobardes a quienes al bote pronto se lavan las manos, reparten culpas y responsabilidades a diestra y siniestra, emiten juicios y se deslindan de hechos como el incendio ocurrido en el centro de detención de migrantes que mató al menos a 40 personas y dejó una treintena de lesionadas, algunos de ellas muy graves.
Patética la imagen de sociópata irredento la del presidente Andrés Manuel López Obrador, al concluir a menos de 10 horas del terrible suceso, que los responsables del mismo, habían sido los propios muertos luego de iniciar el fuego para protestar por lo que dijo era su inminente deportación.
Y eso lo dijo a pesar de que ya conocía el material videográfico donde funcionarios del Instituto Nacional de Migración los dejan encerrados tras rejas metálicas, sin hacer el menor esfuerzo para darles auxilio, estupidez declarativa que al día siguiente intentó matizar con los consabidos compromisos de justicia y la no impunidad, que se investigará y ese tipo de cosas.
Peor el caso del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien con la manita en la cintura derivó responsabilidades al canciller Marcelo Ebrard, ya que aseguró que es la Secretaría de Relaciones Exteriores la responsable de atender el fenómeno migrante y que la SEGOB solo se ocupa de asuntos administrativos, que por cierto, esa es el área que falló en Ciudad Juárez.
Pero los dichos presidenciales para nada cierran un caso de asesinato múltiple, como incinerada cereza del pastel de una política migratoria torpe, sometida al interés del gobierno de Estados Unidos, luego que Donald Trump pusiera de pinicuchi a López Obrador, para que gracias a los buenos oficios del canciller Ebrard, convertir a México en “tercer país seguro” y escala de espera para miles de latinoamericanos aspirantes a obtener asilo en Estados Unidos y destino de otros miles de deportados, para evitar la imposición de gravámenes arancelarios leoninos a las importaciones mexicanas.
Dicha política cuatrera de servidumbre a los intereses gringos incluyó también el uso de la Guardia Nacional como muro de contención de la ola migrante en la frontera sur del país y en el norte, el establecimiento de infraestructura para mantener en custodia a deportados de EEUU y a los en espera de la conclusión del trámite de asilo.
Si ya de por sí las cosas estaban complicadas, el deterioro de las condiciones de vida de los últimos años en Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua y otros países de Centroamérica, han derivado en México en una crisis humanitaria, ya que se amalgama la torpeza en la aplicación de políticas públicas en materia migrante; su obligación de cumplir con compromisos con el gobierno gringo, la corrupción en el INM, la impunidad y el vasto poder de bandas criminales dedicadas al tráfico de personas, y que, para efectos de calidad de vida, México esté en vías de equipararse a esos países.
Hacinamiento, sin protocolos de evacuación ni salidas de emergencia; negligencia criminal del escaso personal a cargo, deliberado abandono de sus custodiados y conducta que ni en animales se observa, fueron el combustible de esa dantesca tragedia en Ciudad Juárez, y no, los responsables no son quienes prendieron fuego a colchonetas, si no quienes se negaron abrir las rejas y dar auxilio a quienes estaban bajo el resguardo del gobierno de México.
Al respecto, puntual y contundente el posicionamiento de Movimiento Ciudadano al describir las condiciones en las que seres humanos cuya única aspiración es mejorar su calidad de vida, escapar de la violencia y persecución política de sus países, vinieron a caer en uno de los peores lugares del mundo para tratar de vivir en Estados Unidos.
Criminalizar migrantes es lo suyo de López Obrador luego de meter obligada –por Donald Trump–reversa a su inicial apertura y trastocarla en una política represiva y criminal en los últimos años y el MC no se va por las ramas y exige al presidente que se retracte de sus dichos que revictimizan a las personas fallecidas y lesionadas.
El saldo de esa atrocidad hasta ahora es que entre muertos y heridos se encuentran un colombiano, un ecuatoriano, 12 salvadoreños, 12 venezolanos, 13 hondureños y 28 guatemaltecos, mientras que el principal inquilino de Palacio Nacional se desternilla de la risa, mantiene su sevicia contra ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el INE, despotrica contra cualquiera que ose contradecirlo y se solaza en desvaríos que ponen en entredicho su cordura.
A propósito del INE, este viernes se dará trámite legislativo en San Lázaro la escogencia de quienes pasarán a ocupar cuatro asientos en su Consejo General y una de esa cuarteta, relevará a Lorenzo Córdova en la presidencia y todo indica que luego del reposicionamiento de la cúpula del PRI que parecía doblarse al interés hegemónico de MORENA, el proceso de selección culminará en lo que se decida el azar, en una tómbola, procedimiento denominado insaculación.
Todo quedará a la suerte, que en el caso de la quinteta femenina de donde saldrá la titular, de haberse atenido a la experiencia, a la entrevista e independientemente a su parentesco y apellido, la más indicada es la sonorense Guadalupe Taddei Zavala, quien ahora, al igual que el resto, debe atenerse a los hados, que, para efectos de los operadores de ese proceso, les es suficiente ya que en la mayoría de las bolitas están los nombres de afines y son amplias sus posibilidades de salirse con la suya, y la suya es convertir al INE en una oficialía de partes de Palacio Nacional y de MORENA.
Hermana de un buen amigo en nuestros tiempos de prepa, Lupita era una chiquilla de siete-ocho años durante nuestros esporádicos hospedajes en casa de su familia en Cananea, cuando nuestras correrías no llevaban a las tradicionales fiestas del cobre. Desafortunadamente su hermano falleció prematuramente, pero dicho referente, al menos en nuestro caso, generó vínculos afectivos con ella al reportear su paso por responsabilidades en organismos electorales en los últimos años y solo por ello nuestro deseo es que los mentados hados la favorezcan.
En asuntos del PRI, se avanza en la renovación de dirigencias en municipios, que en el caso de Hermosillo y en función de propósitos unitarios que despliega el dirigente estatal, Rogelio Díaz Brown, este martes hubo registro de planilla única integrada por Luis Miguel Vargas Delgado y Blanca Lorena Colosio Altamirano, a la presidencia y secretaria general respectivamente.
De igual forma hubo registros en Pitiquito, Bavispe y San Luis Río Colorado, con Carlos Méndez Duran y Dulce Azucena Salas Trujillo en el primero de los casos; en Bavispe María del Rosario Reyes Ledesma busca la presidencia y Melvin Romero Pedrago la secretaría general, y en San Luis Río Colorado, Alex Alfredo Abelaiz Cárdenas va por la presidencia y Elvia Deyanira López Apodaca por la secretaría general.
Para Hermosillo va una buena dupla; el cuate Vargas Delgado es un tipo bragado, con mucho trabajo de tierra y forjado en la lucha ciudadana, en tanto que la de apellido ilustre, tiene una destacada trayectoria y meritorio trabajo y resultados al frente de la Fundación Colosio en la capital de Sonora.
Por otra parte, quienes cuestionan a Vargas Delgado por haber trabajado en modesta posición en el gobierno de la 4T, pues no deben de estar enterados de necesidades de chamba para poder surtir la despensa, sin demérito a su formación ideológica y lealtad partidista, así como tampoco debe afectar líneas editoriales de sus detractores que facturan y cobran por servicios informativos a instancias morenistas de la administración pública, también para surtir sus despensas.
En todo caso hay que darle el beneficio de la duda, que, si al dirigir al PRI en Hermosillo le pone la mitad de las ganas y las habilidades que desplegó como liderazgo de aquella campaña y movilizaciones malnacidas contra la voracidad tributaria del ratero Guillermo Padrés, será mucho para un partido que en Hermosillo está en el abandono desde hace varios años.
Por lo demás, como hemos reiterado, este espacio no es proclive a la difusión ni eco de resonancia de la violencia de bandas del narco en disputa territorial que mantienen en la zozobra a comunidades enteras de territorio sonorense y que en Cajeme ya es el colmo, con homicidios dolosos que este mes superan los 70, más los que se acumulen en los próximo dos días.
Miren, para quienes exigen al gobierno un cambio en la estrategia para contener dicha problemática, pues en Sonora ya se registró uno: el nombramiento ya hace algunos días de Juan González Alvarado como vocero de la Mesa Estatal de Seguridad, que vino a sacar de la jugada a la titular de seguridad pública, María Dolores del Río y generar amplio vacío informativo ya que sin la Lola en los reflectores, la nueva vocería no vocea absolutamente nada.
Hasta hace semanas la señora del Río comparecía al menos una vez por semana ante medios de comunicación junto a la fiscal Claudia Indira Contreras, quien ahora, a veces acompañada del delegado de la FGR, Francisco Sergio Méndez, es la que da la cara, sin que el muchacho también titular de Protección Civil se vea por ningún lado.
A lo mejor esa es la estrategia, no informar lo que hace el gobierno sobre hechos de violencia y concretarse a relatar tareas sobre indagatorias o sacar a orear a personajes como el capitán de infantería de marina, Claudio Cruz Hernández, quien como comisario de seguridad pública del ayuntamiento de Cajeme salió con la recomendación que la sociedad no debe asustarse ni alarmarse por los frecuentes actos de violencia en ese municipio, incluida la dispersar partes de personas desmembradas por calles de Ciudad Obregón, ya que los grupos criminales en guerra no tienen ese objetivo, si no que sus propósitos son generar miedo entre sus adversarios.
Pues haberlo dicho antes, diría la ciudadanía decente de Cajeme y de tantas más comunidades como Caborca, Guaymas, la región serrana de la entidad, en donde desde ahora podrán andar quitados de la pena porque los balazos que escuchan nada tienen que ver con ellos y que los muertos del día le son ajenos, o sea, nada de qué preocuparse. Se salió don Claudio con esa evenflada.